En la ocasión, las alumnas de enseñanza media que viajaron a un campamento espacial en Estados Unidos, agradecieron a la FACh y demás entidades colaborativas la posibilidad de vivir el sueño de convertirse en astronauta.
El miércoles 13 de julio, las ganadoras del concurso “Astronaut Al Warden Endeavour Scholarship Challenge 2022”, se reunieron con los organizadores de este importante evento científico internacional, entre los que se contaron la Fuerza Aérea de Chile, la Fundación Kallman y el Colegio de Ingenieros de Chile.
El encuentro se efectuó en dependencias del Colegio de Ingenieros de Chile, lugar hasta donde llegaron Matilde Gaete, Sophia Tapia, María Ignacia González y Daniela Cortés, todas alumnas de enseñanza media de los colegios Weston Academy de Quilicura, Carampangue, Pedro de Valdivia y Pasionistas de Quilpué, respectivamente, quienes, tras un reñido concurso que midió capacidades científicas, tecnológicas, matemáticas y del ámbito de la ingeniería, tuvieron la posibilidad de viajar a Estados Unidos para participar de un programa de aprendizaje espacial realizado en el U.S. Space and Rocket Center, conocido como Space Camp en Hutsville, Alabama.
Allí, y junto a jóvenes de países como Reino Unido, Singapur y Emiratos Árabes, las chilenas recibieron un entrenamiento similar al recibido por los astronautas de la NASA, entre los que se contaron experiencias en buceo para medir la falta de gravedad, misiones espaciales en simuladores de transbordadores de la NASA y en el Centro de Control donde debían alertar anomalías y distinguir los problemas, simular caminatas espaciales con trajes de astronautas y colgadas con arneses, además de reparar satélites, entre otras actividades. “Fue una gran experiencia, muy enriquecedora. Hice cosas que nunca pensé que iba a realizar como bucear y usar un traje de astronauta o reemplazar satélites”, señala Matilde, quien emocionada manifiesta: “Nunca en mi vida habría esperado que a mis 17 años ya iba a haber conocido a un astronauta como Charles Duke, ni mucho menos compartir con él su experiencia en la nave Apolo. Fue realmente algo impresionante”.
Aún sorprendidas con lo vivido, coinciden en que “si se quiere se puede”. Por lo mismo, hacen un llamado a los jóvenes apasionados por la ciencia a investigar y buscar oportunidades que muchas veces se pierden por desconocimiento.
Precisamente ese es uno de los objetivos que llevó a la Fuerza Aérea a participar de ésta y otras iniciativas alusivas: ayudar a los jóvenes a acercarse al mundo del espacio para, de esta forma, crear masa crítica que en un futuro logre posicionar al país como un polo de desarrollo de tecnología y dominio espacial.
En este caso particular, el apoyo de la Fuerza Aérea consistió en abordar los aspectos técnicos ya sea para la selección, desafíos y evaluación de los participantes. Una cooperación que se basa en los más de 25 años de experiencia de la Institución en el tema espacial, lo que se refuerza con la implementación del nuevo Sistema Nacional Espacial.
Así lo explicó el Subdirector de Asuntos Espaciales de la FACh, Coronel de Aviación (I) Hernán Tello, para quien “este tipo de iniciativas sirven para conocer distintos actores interesados en participar del conocimiento espacial a través del Programa Educacional Espacial, iniciativa que busca que los niños desde pequeños se vinculen a este ámbito y generen así una masa crítica para el futuro en esta materia”.
