04/01/2022

103 AÑOS DE LA MUERTE DEL CAPITÁN MANUEL ÁVALOS PRADO

Con 34 años falleció uno de los precursores de la aeronáutica nacional.

Por Michela Cavallone, Departamento Comunicacional


A los 18 años, en 1904, Manuel Ávalos Prado egresó de la Escuela Militar, con el grado de Alférez en el arma de Artillería, pero no fue hasta el año 1911, cuando fue comisionado a Francia, donde aprendió sobre el arte de volar. Ahí efectuó cursos de vuelo en las Escuelas Bleriot, Sánchez Besa y Deperdussin. En paralelo inspeccionaba la construcción y aceptación de los futuros aeroplanos con los que se crearía la aeronáutica militar. Ávalos fue uno de los primeros oficiales chilenos titulados en dicho país.

Años después, en 1913, el Capitán Ávalos pudo transmitir lo aprendido en Europa a las nuevas generaciones de aviadores militares, cuando asumió como Director Técnico de la Escuela de Aeronáutica Militar, actual Escuela de Aviación de la Fuerza Aérea de Chile.

Es importante destacar que, en marzo de 1913, Manuel Ávalos realizó el primer vuelo de un avión militar chileno, un Bleriot de 35HP, el que fue bautizado con el nombre de “Chile”. Aquel evento se realizó desde la antigua cancha de aterrizaje de Lo Espejo, actual Base Aérea “El Bosque”.

Su brillante carrera y corta trayectoria como aviador militar se vio detenida por una terrible enfermedad. El Capitán Ávalos se contagió de Tifus-Exantemático, enfermedad pandémica que causó estragos en nuestro país y el mundo en esa época. Esto ocurrió en el gran festejo realizado en la capital, donde las calles se encontraban desbordadas de público esperando recibir a Dagoberto Godoy, luego de haber cruzado la Cordillera de Los Andes desde Mendoza.

Tras haber sido internado en el Hospital Alemán y luchar con un cuadro de fiebre alta, falleció en la mañana del 3 de enero de 1919, con tan solo 34 años. Su prematuro deceso quedó en la retina de todos sus camaradas aviadores, ya que Chile había perdido a uno de los precursores de la aeronáutica nacional.

Su funeral se realizó en el Cementerio Católico de Santiago, donde una aeronave de la Escuela de Aeronáutica Militar, piloteada por el teniente Darío Aguirre, sobrevoló el lugar lanzando flores.

Años después la Escuela de Aeronáutica Militar, pasó a denominarse como Escuela de Aviación con la creación de la Fuerza Aérea de Chile y fue bautizada en honor a su primer director, como Escuela de Aviación “Capitán Manuel Ávalos Prado”.

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