La creación de la Reserva Aérea se remonta al año 1911, junto a los primeros pasos de la aviación militar en nuestro país. Contemporáneo a los Tenientes Manuel Ávalos Prado y Eduardo Molina Lavín, quienes fueron entrenados en Francia en materias de vuelo, estaba David Fuentes Soza, a quien se le reconoce como el precursor de la Reserva Aérea en Chile.
Las destrezas y habilidades como piloto que poseía Fuentes, lo motivaron a solicitar a las autoridades aeronáuticas, rendir las pruebas para ser acreditado como aviador militar, instancia donde cumplió a cabalidad tanto con los exámenes teórico y como de vuelo. Luego, Fuentes Soza recibió el “brevet” N°13 en 1915, donde estaba incorporado como Teniente 2° de Reserva, instancia que consagró a Fuentes como el primer aviador civil que logró el honorífico nombramiento de Piloto Militar de Reserva, convirtiéndose en el primer Oficial de la Reserva Aérea de Chile.
Años después, en 1941, el Presidente de la República de la época, Pedro Aguirre Cerda, desarrolló una exitosa campaña, que rezaba bajo el nombre “Alas para Chile” con el fin de recaudar fondos a lo largo del país para ayudar a la aviación civil. Fue tal el éxito, que un par de años después, en 1943, el gobierno crea cursos de Reserva Aérea en diferentes Unidades militares.
Hoy los hombres y mujeres que integran la Reserva Aérea se encuentran presente a lo largo de todo el territorio nacional, demostrando con orgullo a la ciudadanía los valores del Aviador Militar, como lo son la lealtad, el honor, el cumplimiento del deber y la excelencia en el servicio, acrecentando así los lazos de cercanía con la comunidad, fomentando al mismo tiempo, la conciencia aérea nacional.