20/10/2021

65 AÑOS DE LA LLEGADA DE LOS PRIMEROS REACTORES T-33 A LA FUERZA AÉREA DE CHILE

Aeronaves de entrenamiento operaron hasta 1974 en nuestro país.


El 18 de octubre de 1956 llegaban al Aeropuerto de Los Cerrillos, actual Base Aérea Cerrillos en Santiago, los primeros aviones a reacción de entrenamiento Lockheed T-33A, los que se integrarían al material de vuelo de la Fuerza Aérea de Chile.

Los primeros cuatro aviones, que provenían de los talleres de Lockheed Martin Aeronautics en Estados Unidos, realizaron una travesía de cerca de 15 horas de vuelo hasta la capital, incluida una escala técnica en la Base Aérea de Cerro Moreno en Antofagasta. El trayecto se realizó con el apoyo de un avión de transporte militar C-54 Skymaster, que trasladaba repuestos y especialistas de las aeronaves.

Años después, la Fuerza Aérea recibió otras partidas de T-33A, hasta completar 12 unidades (numerados hasta el J-325). Adicionalmente se recibieron dos reactores de reconocimiento RT-33A, los cuales se numeraron J-350 y J-351. Estos aviones eran similares a los T-33A, pero su nariz era más ancha, modificación que permitía albergar cámaras de reconocimiento, además en su cabina posterior se instalaba un estanque auxiliar de 170 galones para una mayor autonomía.

En un principio las aeronaves mantuvieron su color plateado original, para luego ser pintados en un esquema de camuflaje de tres colores. El material fue asignado primero al  Grupo de Aviación N°7 y posteriormente al Grupo de Aviación N°9 y al Grupo de Aviación N°12, manteniéndose en operación hasta el año 1974.

En la actualidad, en el Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio se encuentra en exhibición el Lockheed T-33 número J-314 de la Fuerza Aérea de Chile, donde se puede conocer un poco más sobre esta aeronave y su aporte a la aviación nacional.

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