En latitud 79° 46´ sur y longitud 83° 19´ oeste, a 1.080 kilómetros del Polo Sur, se encuentra la Estación Polar Científica Conjunta “Glaciar Unión” en la Antártica, es decir, a 3.000 kilómetros aproximadamente desde Punta Arenas.
Esta Estación estival, compuesta por personal militar de las distintas Fuerzas Armadas, tiene como objetivo apoyar las labores de investigación científica avanzada en el continente antártico. Así como también, ejercer presencia de Chile en la Antártica.
Debido a esta importante misión es que la Fuerza Aérea de Chile, realiza una exhaustiva planificación y reuniones periódicas durante todo el año para analizar las capacidades del material aéreo C-130H “Hércules”, los programas de entrenamiento de las tripulaciones aéreas, aspectos logísticos asociados a la misión, operaciones de vuelo en Punta Arenas y en territorio antártico, meteorología, entre otros tópicos.
En la actualidad son dos las aeronaves que se encuentran operando en el lugar, las que han efectuado un total de seis misiones, realizando 36 horas de vuelo y trasladando a un total de 34 personas.
Uno de los pilotos y Comandante de Aeronave C-130H, Teniente (A) Felipe Morales, quien arribó a Glaciar Unión el 23 de noviembre, manifiesta que “a medida que se iba acercando la fecha de la misión, se iban afinando los detalles de la operación, los que se plasman en los respectivos documentos”.
Ya en la Base Aérea Chabunco, en Punta Arenas, los aviadores militares para poder ingresar al territorio antártico, donde se ubica la Estación Polar Científica Conjunta, deben presentar su test PCR para luego realizar un aislamiento preventivo mínimo de 7 días, donde se les va controlando con la toma de muestras de test de antígenos. Antes de ingresar a Glaciar Unión se les realiza nuevamente un test PCR 24 horas previo al vuelo. “El protocolo COVID-19 es estricto, ya que debemos evitar contagios en el continente blanco”, dice.
Posterior a esto, las actividades más importantes para los pilotos son los briefings meteorológicos de forma presencial u online, donde dependiendo de la condición climática se definen las ventanas en que la aeronave C-130H puede operar en Glaciar Unión. Las condiciones meteorológicas son un factor fundamental para el cumplimiento de la misión, ya que éstas se deben considerar al momento del despegue, en ruta y aterrizaje.
El Teniente Morales comenta que “a través de los procedimientos de vuelos antárticos de la Fuerza Aérea de Chile, por medio de la navegación y la existencia de puntos del Sistema de Posicionamiento Global, GPS, en ruta, se accede a la pista y posteriormente, aterrizar en ella”.
Asimismo, manifiesta que “realizamos un aterrizaje normal, pero con todas las precauciones correspondientes para evitar que la aeronave se resbale por la pista de hielo”. Sin embargo, los pilotos que concurren a esta misión poseen vasta experiencia en vuelo.
Una de las características del C-130 Hércules, es que posee “reverso” en sus maniobras de vuelo, el que principalmente se utiliza para poder acomodar la aeronave en la pista de aterrizaje. Este avión es capaz de operar en pistas muy cortas, por lo que facilita el pilotaje en lugares aislados.
Para el Teniente (A) Felipe Morales, el haber podido concurrir a Glaciar Unión para trasladar al personal y la carga logística requerida en el campamento fue “un aporte fundamental, ya que los pilotos de la Institución estamos correctamente preparados para efectuar estas misiones de vuelo relevantes tanto para la Fuerza Aérea de Chile como para el país”.
Finalmente, el Oficial, de dotación del Grupo de Aviación N°10 de la IIª Brigada Aérea, agregó que “fue una experiencia inolvidable, he ido a otros lugares, pero Glaciar Unión brinda paz, tranquilidad, hermosos paisajes y, lo más importante, estamos ejerciendo presencia nacional y a la vez apoyando el desarrollo científico a nivel mundial”.