Con la presencia del Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile, General del Aire Arturo Merino Núñez, junto a integrantes del Alto Mando Institucional, ex Comandantes en Jefes de la FACh y autoridades aeronáuticas, se desarrolló a los pies del centenario monumento a los Mártires de la Aviación, la ceremonia que busca honrar y perpetuar la memoria de los aviadores militares que perdieron la vida en el cumplimiento del deber.
El solemne acto que se efectúa desde 1935 de manera ininterrumpida -se desarrolló aplicando estrictas normas sanitarias ante la pandemia por COVID-19- para lo cual fue transmitido vía streaming, en atención a las restricciones respecto a su aforo. Se inició con el discurso del Jefe de la División de Educación, General de Brigada Aérea (A) José Nogueira León, quien expresó que “quienes integramos la Fuerza Aérea de Chile nos sentimos orgullosos y honrados por nuestra carrera, por nuestro país y por nuestra institución. Estamos comprometidos con el cumplimiento del deber y la excelencia en el servicio, sin importar los sacrificios que ello implique, dejando muchas veces a nuestras familias de lado para ayudar a quienes lo necesitan, entregándonos al servicio de la patria hasta rendir la vida si fuese necesario”.
En la oportunidad, el General Nogueira manifestó que “la inevitable partida de esta vida es una verdad irrefutable en la existencia del hombre, pero entregar ésta en defensa de una causa, por nobles ideales, en el cumplimiento del deber, integrando la bandada de los cóndores lejanos es un honor que pocos han tenido. Por ello, es que hoy le rendimos este sentido y profundo homenaje y reconocimiento a todos nuestros mártires”.
A continuación, el Capellán Evangélico de la Escuela de Aviación, Cristian Quilodrán, realizó una invocación espiritual en memoria de los mártires de la Fuerza Aérea de Chile, expresando que “debemos tomar el sacrificio y entrega de nuestros mártires de la aviación, con gratitud, con admiración y como un compromiso que asumir, de seguir su ejemplo y legado. Por que no hay amor más grande y excelso, que dar la vida por otros”.
Posteriormente, el Obispo Castrense de Chile Electo, Monseñor Pedro Ossandón Buljevic, junto al Administrador Apostólico, Monseñor Claudio Verdugo, y los capellanes institucionales, ofició una ceremonia ecuménica en honor de los integrantes de la Fuerza Aérea fallecidos en acto de servicio, manifestando que “quiero invitarlo a recordar y rezar por todos los Camaradas fallecidos en el cumplimiento del deber militar. Un recuerdo y oración que podamos hacer a la luz de la palabra de Dios y en el marco del significativo día de la solemnidad de Todos los Santos”.
A continuación, se presentaron ofrendas florales frente al monumento a los Mártires de la Aviación por parte de la Fuerza Aérea de Chile, el Centro de Generales de la Fuerza Aérea, el Círculo de Coroneles de Aviación, el Club de Suboficiales Mayores de la Fuerza Aérea, el Centro de Ex - Cadetes y Oficiales “Águilas Blancas” y el Instituto de Investigaciones Histórico Aeronáuticas de Chile.
Finalmente, una bandada aeronaves de instrucción T-35 Pillán de dotación de la Escuela de Aviación “Capitán Manuel Ávalos Prado”, en formación en cruz, sobrevoló el monumento a los Mártires de la Aviación, mientras se interpretaba el himno institucional Camaradas, en honor a los mártires de la aviación militar.
Lanzamiento libro “Mártires de la Fuerza Aérea de Chile”
Durante el desarrollo de la ceremonia, el General de Brigada Aérea (A) José Nogueira León, efectuó el lanzamiento del libro “Mártires de la Fuerza Aérea de Chile”, investigación histórica que ha permitido establecer, a la fecha, la existencia de 408 mártires fallecidos en accidentes aéreos, 160 mártires fallecidos en accidentes terrestres y 36 mártires precursores.
El libro contempla una primera parte consagrada a los Mártires de la Aviación Militar Chilena desde 1913 a 1930, y dos capítulos dedicados al personal institucional desde 1930, año de la creación de la Fuerza Aérea, hasta la fecha. Además, esta investigación histórica que se encuentra disponible en https://www.fach.mil.cl/martires/libro.html, no es un proceso que haya finalizado, ya que en un futuro se pueden conocer nuevos antecedentes que determinen la necesidad de incorporar personal institucional que no fue considerado por no haberse tenido a la vista los antecedentes pertinentes.
“Este libro es parte del reconocimiento que como Institución damos a estos hombres y mujeres, ejemplo de nobles aviadores, que en el cumplimiento de su pasión y amor a la patria, brindaron lo más codiciado del ser en cumplimiento del deber, lo que los transformó en mártires, siendo su ejemplo de motivación e inspiración para las nuevas generaciones, ya que estos aviadores militares lucharon con sublime valor, gran sentido del deber y el alto honor por la conquista de los cielos patrios, abriendo así las rutas aéreas que hoy unen a Chile”, expresó el General Nogueira.
Monumento a los Mártires de la Aviación
El 15 de abril de 1917 fue inaugurado oficialmente el Monumento a los Mártires de la Aviación en una ceremonia que contó con la presencia del Presidente de la República de ese entonces, José Luis Sanfuentes. El símbolo en memoria de los mártires es una columna de concreto creada por el ingeniero Adalberto Rojas Alvarado, y coronada por un cóndor de bronce realizado por el escultor italiano Rómulo Tonti. El ave nacional está con las alas enarcadas en posición de vuelo hacia la Cordillera de los Andes. En la base de la estructura está un libro de bronce con el nombre de los seis mártires de la aviación militar chilena hasta ese entonces – Teniente 2° Francisco Mery Aguirre, Teniente 1° Alejandro Bello Silva, Sargento 1° Adolfo Menadier Rojas, Teniente 1° Tucapel Ponce Arellano, Teniente 1° Emilio Berguño Meneses y Teniente 2° de la Armada Pedro Luco Christie -, mientras que en los cimientos del monumento se encuentran depositados los restos del aeroplano Bleriot “Manuel Rodríguez”, en el cual perdió la vida el Teniente Francisco Mery.
El monumento a los Mártires de la Aviación fue declarado Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico, siendo considerado como un vestigio material de la llamada "época de la aviación gloriosa", que abarca desde 1910 a 1930, en la que Chile cumplió un papel protagónico en el desarrollo de la aviación civil y militar, tanto en América como en Europa.
