Desde el inicio de la emergencia sanitaria, los aviadores militares australes se han mantenido desplegados para contener el Covid-19 en la Región de Magallanes y la Antártica Chilena.
El 2020 fue un año marcado por la pandemia mundial de Covid-19, emergencia sanitaria que desde el 19 de marzo mantiene a nuestro país en Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe, con el objetivo de contener y mitigar la propagación del virus a lo largo del territorio nacional.
En este contexto, los integrantes de la IVª Brigada Aérea han desarrollado una ardua e incesante labor desde el primer día, desplegándose en diferentes tareas de apoyo a la comunidad y a disposición de las autoridades regionales para contribuir al control de esta pandemia, que llegó con fuerza a la Región de Magallanes y la Antártica Chilena.
Durante el año pasado, alrededor de tres millones de fiscalizaciones materializó el personal institucional apostado en puntos estratégicos de Punta Arenas, para dar cumplimiento a las medidas dispuestas en las diferentes etapas decretadas en la comuna, las cuales abarcaron alrededor de 150 días de cuarentena total.
Las 24 horas del día y los siete días de la semana, muchas veces, bajo condiciones climáticas extremas, se desempeñaron los aviadores militares australes, aportando al cuidado de la ciudadanía y a las estrategias de salud pública para evitar la propagación del Covid-19.
Al iniciarse un nuevo año, el personal continúa apoyando las disposiciones sanitarias en la capital regional, ahora en Fase 2, manteniendo el confinamiento los fines de semana, los controles en toque de queda, el cordón sanitario implementado en Kon Aiken, a 30 kilómetros de Punta Arenas, y la aduana sanitaria en el aeropuerto Presidente Carlos Ibáñez del Campo.
La IVª Brigada Aérea mantiene sus medios humanos y materiales a disposición de lo establecido por las autoridades, para apoyar a la comunidad más austral del país frente a una pandemia que sigue afectando a la población.