El 11 de mayo de 1942 ingresaron los primeros jóvenes provenientes de la vida civil.
A inicios de la década de 1940, la Fuerza Aérea de Chile aún no podía formar de manera autónoma a sus propios Oficiales, ya que estos seguían egresando de la Escuela Militar y de la Escuela Naval, respectivamente.
Paralelamente, por aquellos años, llegó un nuevo y numeroso material aéreo proveniente de Europa y Estados Unidos, por ende, era imperioso contar cada vez con más oficiales y pilotos.
En vista que estos requerimientos no eran posibles de ser cumplidos bajo las condiciones de aquel momento, el mando de la FACh tomó la decisión estratégica de crear una Escuela de Cadetes provenientes de la vida civil, al igual que las otras escuelas matrices, y de esta forma lograr la absoluta independencia institucional.
Fue así como el lunes 11 de mayo de 1942, ingresó la primera promoción de Cadetes a la Escuela de Aviación. Fueron 77 los jóvenes, al igual que en el glorioso Combate de La Concepción, los que cambiaron para siempre nuestro Instituto Matriz, ya que este centenario plantel pasó de ser una escuela de vuelo a convertirse en la formadora de los Oficiales de la Fuerza Aérea de Chile.
El Director de la Escuela, al que le correspondió la responsabilidad de recibir a la primera promoción de Cadetes, fue el entonces Comandante de Escuadrilla (A) Enrique Núñez Morgado.
Asimismo, se puede señalar que durante la primera semana dentro del establecimiento, los jóvenes Cadetes reclutas realizaron actividades de régimen interno y a la semana siguiente, a partir del lunes 18 de mayo, se iniciaron las clases formales. Este nuevo hito, todavía es recordado en los planteles educacionales de la Fuerza Aérea de Chile, ya que todos los 18 de mayo se celebra el “Día del Profesor Civil”, en recuerdo del primer día en que comenzó la relación de fraternidad y profesionalismo entre los Docentes y el cuerpo de Cadetes de la Escuela de Aviación.
Con el correr de las semanas y los meses, los Cadetes de la primera promoción fueron cumpliendo con todos los retos que la carrera les tenía preparada, Revista de Reclutas, Parada Militar, junto a los desafíos académicos propios de la formación de un aviador militar.
Finalmente, se debe señalar que junto con esta primera promoción, nació también una de las tradiciones más características de la Escuela: cuando el Teniente (A) Carlos Vergara Casanova le ordenó a ese curso darse la primera “vuelta a la torre”. Esta tradición se mantiene hasta el día de hoy, con los nuevos Cadetes del siglo XXI.